El Ministerio del Medio Ambiente (MMA), financió el estudio de “Planificación ecológica de la infraestructura ecológica de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos y programa regional de prioridades de restauración ecológica en el contexto de los incendios de la temporada 2016-2017”, el cual fue ejecutado por la Universidades de Concepción, con el apoyo de la Universidad de Talca, durante 12 meses.
El estudio comenzó en enero de 2018 y consideró una serie de talleres participativos, de capacitación y de validación de resultados con actores del sector público, privado y ONG’s, con el fin de identificar las zonas de alto valor de biodiversidad, los servicios ecosistémicos más demandados en el territorio para el manejo sustentable y las oportunidades de restauración.
La iniciativa contempló cuatro etapas principales: inventario ecológico; evaluación ecológica del territorio por biodiversidad y servicios ecosistémicos; definición de objetivos zonificados de protección, restauración y uso sustentable; medidas y recomendaciones a los usos del territorio.
En la oportunidad la seremi (s) del Medio Ambiente, Ana María Morales, señaló que “la realidad de nuestra región ha ido cambiando producto de los incendios forestales del año 2017, pero sin duda, nos da una oportunidad también de poder mirar nuevamente nuestros territorios e involucrar a las ciudadanías, las ONG’s, a las instituciones públicas, de poder planificar territorialmente y de forma sustentable la infraestructura ecológica y los servicios ecosistémicos de nuestra región”.
En tanto, el doctor Cristian Echeverría, académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción y director del Laboratorio de Ecología del Paisaje (LEP), afirmó que “la infraestructura ecológica, tiene relación con proponer una red interconectada de zonas que contribuyan a mantener la biodiversidad en todos sus niveles, las funciones clave de los ecosistemas y la provisión de servicios ecosistémicos que las personas demandan con el objetivo de asegurar la sustentabilidad del paisaje, la conservación de la biodiversidad y el bienestar humano”, explicó Echeverría.
PRINCIPALES RESULTADOS
El estudio arrojó que las áreas de mayor biodiversidad en la Región del Maule están ubicadas en su mayoría en el paisaje Andino, con excepción de algunos remanentes de hábitat que aún existen en la zona costera. El paisaje andino, además tiene una capacidad alta de proveer servicios ecosistémicos más demandados en comparación al paisaje costero y de la depresión intermedia.
Se identificaron 12 Servicios Ecosistémicos más demandados y relacionados con la provisión del recurso hídrico, de hábitat para especies naturales, turismo activo y pasivo, productividad de suelo y protección contra el fuego.
Se logró identificar tres objetivos de restauración: Mejorar la productividad de suelo, mejorar la provisión de servicios ecosistémicos hídricos y mejorar la funcionalidad de los ecosistemas para proveer hábitat y para cumplir esos objetivos es necesario restaurar 400.000 ha, es decir, el 36% del paisaje costero, el 4% del paisaje de la depresión intermedia y el 3.6% del paisaje de los andes. En total, es necesario lograr restaurar aproximadamente el 14% de la Región del Maule.
