El mal estado de la cancha fue el detonante para que la Conmebol decidiera cambiar de sede los partidos que se jugarían en el recinto. Este es un factor que se suma a otros problemas que tiene el estadio.
Rancagua y Talca fueron las sedes originalmente designadas para recibir el Sudamericano Sub 17 masculino, que entrega pasajes para el Mundial de India, que se jugará en el mes de octubre de este año. Y todo parecía marchar bien, hasta ayer.
Lo anterior porque durante la noche del miércoles, la Conmebol informó a través de un comunicado que la capital de la Región del Maule no recibiría las dos primeras fechas del torneo, las cuales fueron trasladadas a Curicó, mientras que la sede de las otras tres jornadas aún está por confirmarse. ¿La razón? El pésimo estado de la cancha.
CONMEBOL informa que la 1ra y 2da fecha del Grupo B del @Sub17Chile2017 alteraron de sede, se jugarán en el Estadio La Granja de Curicó. pic.twitter.com/gzr513fjER
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) February 23, 2017
De hecho, el recinto -a cargo del Instituto Nacional de Deportes (IND)- se encontraba en mantenciones para intentar mejorar las condiciones del terreno de juego las que, a la luz de la decisión tomada por la Conmebol, no fueron suficientes.
Días atrás, la directora del IND del Maule, Alejandra Suazo, informó que se estaban analizando las opciones para mitigar el daño del pasto, donde “uno de los factores que incidieron a que este recinto no esté en condiciones fue principalmente porque en enero asumió otra empresa proveedora la cual desconocía el campo, además las altas temperaturas de enero, llevaron a un deterioro, ya que es un suelo muy complejo”, según apuntó en un comunicado difundido por la entidad estatal.
En efecto, ya desde la primera fecha de la segunda rueda del campeonato de la Primera B -jugada el 14 de enero pasado- eran apreciables las malas condiciones del césped.
Los otros problemas del Fiscal
Dejando de lado la cancha, existen otros inconvenientes que afectan al estadio Bicentenario de Talca. Uno de ellos es el estado de las butacas, que en su mayoría permanecen sucias con un polvillo impregnado (los hinchas deben limpiarlas con papel antes de usarlas) y con un gran desgaste. Prueba de ello es el contraste que ofrecen los asientos que se colocaron después de los incidentes entre hinchas de Universidad de Chile y Rangers por Copa Chile en julio de 2015.
(El estadio Fiscal poco tiempo después de su remodelación, en 2012).
(El actual estado de las butacas. Las más rojas -las más nuevas- son las que fueron reemplazadas tras los incidentes de julio de 2015 en el pleito por la Copa Chile ante Universidad de Chile.)
Otro aspecto cuestionable son los accesos, en especial en la zona de galería. El ingreso de los hinchas se efectúa habitualmente sólo por una puerta. Y aunque con el tiempo el acceso se ha hecho expedito, a la salida de los partidos se producen aglomeraciones que colapsan el estrecho pasillo y que podrían tornarse dificultosas en caso de emergencia. Se debe consignar que antes de la remodelación existía otro acceso por el sector del parque.
(Este es el único punto de ingreso a la galería habilitado.)
Como si fuera poco, hace unas semanas, el estadio también sufrió un amago de incendio en enero, tras el partido que enfrentó a Rangers con Coquimbo Unido. El siniestro comenzó unos 40 minutos después del encuentro, debido a un un recalentamiento del circuito eléctrico que, por suerte, no pasó a mayores.