La carrera de Psicología de la Universidad Autónoma de Chile viene trabajando desde hace tiempo las cuestiones de género desde sus distintas dimensiones y en el Segundo Encuentro Regional del tema que organiza la unidad académica se abordó una de ellas: la educación sexista y cómo se avanza hacia una coeducación.
Las demandas actuales provenientes principalmente de los movimientos estudiantiles han puesto en evidencia una más de las desigualdades entre hombres y mujeres, de la cual la Universidad Autónoma quiso hacerse cargo convocando a expertos en la materia para aportar en la discusión de elementos que propicien la igualdad entre géneros.
El encuentro se denominó “Desde una educación no sexista a la coeducación”, con la idea de visibilizar la existencia de ideologías y prácticas que generan valoraciones desiguales entre los masculino y lo femenino, otorgando mayor prestigio y valor a aquello que arbitrariamente se empalma con la naturaleza de los hombres y discriminando o postergando lo asociado a las mujeres. “Si bien estas prácticas se evidencian a nivel del proceso de enseñanza aprendizaje a lo largo del todo el ciclo vital, en este seminario quisimos compartir estrategias que faciliten el avanzar desde una educación no sexista hacia la coeducación o educación para la igualdad”, explicó la directora de Psicología de la institución, Mg. Paulina Gaspar.
En ese contexto, el encuentro contó con la participación de investigadoras de distintas casas de estudios y con la presencia de profesionales del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género y del sector educación, además de profesores, estudiantes y representantes de la sociedad civil.
La Dra. Pamela Vaccari, investigadora de la Universidad de Concepción, abordó la temática de la coeducación, argumentando que primero es necesario identificar qué es el sexismo para entender cómo ello se instala en las prácticas cotidianas entre las personas. “Tradicional o históricamente, el sexismo se ha devenido en machismo, por lo tanto, el sexismo ha sido contra la mujer, esto significa la opresión de un sistema sexo-género por sobre otro, en este caso del hombre hacia la mujer. Para pensar en una educación no sexista y de cara a la coeducación, lo que se plantea básicamente es una educación para la paz y para la resolución de conflictos. Una educación que no replique estereotipos de género”, dijo la investigadora.
Además, Vaccari mencionó que la velocidad de los cambios va a depender de las personas y también de las instituciones, pero que se ve un avance por lo menos en términos normativos relacionados a temas de protocolo, de normar convivencia dentro de los establecimientos o de definir qué se entiende por transgredir al otro.
En ese sentido, la investigadora valoró la posición de varios municipios que dictaron ordenanzas contra el acoso callejero. “La multa por acoso callejero puede lucir como una medida extrema, pero creo que es necesaria, porque de alguna manera no se está entendiendo la convivencia de la calle. Si es necesario utilizar estas medidas sancionatorias para que efectivamente una persona comprenda que no debe abordar a un o una desconocida, eso es positivo, pero obviamente no puede quedar ahí, tiene que haber una reflexión detrás sobre qué significa el acoso callejero más allá de toda la caricaturización que se hace”, destacó Vaccari.
Desde el Gobierno, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género valoró la actividad organizada por la universidad, agregando que se está trabajando trabajando desde un paradigma transformador en educación en todos sus niveles y en un proyecto regional que aborda ésta y otras problemáticas referidas al género.
La actividad tuvo una mesa de trabajo donde se conocieron experiencias exitosas en el ámbito de la educación para la igualdad, las que se esperan sean replicadas en cada vez más comunidades.