26 años cumplió el tradicional evento donde el viejito pascuero entrega regalos a pequeños habitantes de las zonas rurales de la región del Maule.
Un año más cumplió el tradicional Tren de Navidad de la Universidad de Talca. El recorrido tiene como objetivo entregar regalos y alegría a niños que esperan en las cercanías de la línea férrea del trayecto que realiza el ramal desde Talca hasta Constitución, para conocer al viejito pascuero.
Estaciones en localidades rurales como Colín, Corinto, El Morro, Tanhuao, González Bastías, Toconey, Curtiduría, Pichamán, Forel, Huinganes y Maquehua, se organizaron para recibir a la delegación con comida típica, folclor y exposiciones. El recorrido se detuvo incluso en paraderos no tradicionales, cuando habían grupos de padres con sus hijos que esperaban la llegada del Viejito Pascuero.
Por su parte, el coro de niños de la Universidad de Talca realizó su contribución para entregar el espíritu navideño durante la jornada. El grupo cantó villancicos durante las 7 horas aproximadas que duró el viaje deleitando al público en cada una de las estaciones donde se bajó el viejito pascuero.
El Tren de Navidad es un símbolo de la Universidad de Talca y la vinculación con el medio desde hace 26 años. Al respecto la directora de Extensión Cultural de la casa de estudios destacó la actividad como una cruzada de amor “Es un orgullo que durante 26 años se haya hecho esta travesía navideña para llegar a miles de niños de pueblos con una sonrisa y esperanza, con villancicos del coro de la universidad que nos acompañan. Este tren es mucho más que un regalo, es la esperanza de vincularse y encontrarse compartiendo el espíritu navideño” destacó.
Generaciones
Muchos de los padres de los niños que recibieron hoy regalos fueron también parte de esos infantes que esperaban con ansias al viejito pascuero en los comienzos del Tren de Navidad hace más de dos décadas. “Yo venía desde que era chiquitita a esperar al viejito pascuero y ahora traigo a mi hija desde que nació. Era emocionante levantarse a las 8 de la mañana a esperar que llegara el tren, ya es una tradición que ojalá no se acabe para que se mantenga vivo el espíritu” aseguró Fernanda Rozas de la localidad de Colin.
“Hace ya 11 años que traigo a mis hijos a este gran evento. Es una excelente iniciativa porque se debe pensar que hay muchos niños que quizá sólo van a poder recibir en estas fechas el regalo que traiga el tren, por lo tanto adquiere una importancia aún mayor”
Sobre la tradición generacional que involucra a cada una de las familias en este evento fue destacado durante una de las paradas por Albornoz. “Cada uno de los niños de hace 26 años hoy son padres de familia que llevan también a sus hijos a recibir regalos, por lo tanto esta es una fiesta de la navidad y esperanza donde la Universidad de Talca busca entregarles cariño a los miles de niños que habitan en estas localidades”.
En la oportunidad la directora agradeció además el aporte de la comunidad universitaria de donar juguetes para la ocasión y de las empresas privadas con las que es posible llevar adelante esta causa.
