Desde probar distintos sistemas de conducción de árboles frutales hasta la medición del porcentaje de frutos cosechados con distintas tecnologías, han sido algunas de las acciones llevadas a cabo en un proyecto que busca determinar las maneras más eficientes y sustentables a nivel económico de la cosecha de maqui domesticado, en el marco de una iniciativa apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura.
Las pruebas son llevadas a cabo por las empresas Agrícola Ana María y Surfrut, donde, al igual que en el sur del país, el maqui crece como un fruto silvestre.
La fuerte demanda de este producto ha aumentado en la última década dados sus grandes beneficios nutricionales y nutracéuticos. Según un estudio apoyado por FIA, durante los últimos tres años la exportación de congelados y procesados de maqui ha crecido desde los US$ 1,18 millones en 2014 a los US$ 9,9 millones en 2016.
Sin embargo, esta sostenida demanda requiere de la incorporación de tecnología para garantizar resultados económicos positivos para los productores, según explicó René Martorell, ejecutivo de innovación de FIA.
“Con este proyecto, buscamos consolidar información que permita hacer de la domesticación y la cosecha con maquinaria del maqui un proceso controlado y sustentable económicamente, lo que a su vez garantizará la protección del recurso genético de este fruto, tan importante para la identidad agrícola de la zona centro sur de Chile”, precisó.
Los avances de este proyecto fueron constatados en terreno por diversos actores del mundo agrícola, en un día de campo realizado en la ciudad de Curicó.
Martorell recalcó que esta iniciativa se suma a otras que ha promovido la FIA en torno a la mecanización de la cosecha de frutos de bajo calibre, como el arándano, así como la cosecha en sectores complejos como laderas de cerro, “lugares donde las vides han encontrado un espacio fecundo para su producción”, según señaló.