Dos vuelos, quince horas en avión y un futuro promisorio en un país líder en agricultura a nivel mundial. Esa es la experiencia que comenzaron a vivir catorce jóvenes de 18 años pertenecientes a escuelas rurales del país que viajaron a Nueva Zelanda a capacitarse por seis meses en el rubro de fruticultura, tras obtener la Beca Semillero Rural que impulsa el Gobierno a través del Ministerio de Agricultura, y que además cuenta con la colaboración del Ministerio de Educación.
El programa beneficia a alumnos de liceos rurales con excelente rendimiento académico y financia paquetes educativos en Nueva Zelanda que incluyen clases de inglés, especialización en fruticultura y la realización de una práctica laboral, además de conocer la cultura neozelandesa.
Específicamente en la Región del Maule este año hubo dos seleccionadas. Se trata de Javiera Canales, de la Escuela Agrícola Superior de Molina, quien vive en Rauco; y de Lissett González, de la Escuela Agrícola San José de Duao, quien reside en San Clemente.
“Estoy muy contenta porque esta beca me ayudará en el futuro para tener mejores oportunidades y aportar lo más que pueda al país”, señaló Javiera, quien además reconoció el apoyo de sus padres y del colegio para lograr este objetivo.
“Pónganle empeño y sáquense buenas notas para que puedan aprovechar esta oportunidad y así tengan un mejor futuro”, agregó la alumna de Rauco, al hacer un llamado a los jóvenes a inscribirse en la próxima convocatoria de la beca Semillero Rural que realizará el Ministerio de Agricultura el 2018.
Ambas participaron en la recepción que realizó el Ministerio de Agricultura y que fue encabezada por el subsecretario Claudio Ternicier y por el vice jefe de Misión de la Embajada de Nueva Zelanda, Blake Van Velden, quienes despidieron a este primer grupo que viajó primero a Auckland y posteriormente a Queenstown.
El grupo de catorce jóvenes provenientes de diferentes regiones de Chile está compuesto por cuatro estudiantes de la Región de O’Higgins, tres de Los Ríos, tres de Coquimbo, dos del Maule, 1 de Valparaíso y uno de Biobío. Ellos, por sus méritos académicos, contaron con el patrocinio de su colegio y fueron beneficiados por el programa.