El esperado desfile de carros alegóricos y comparsas llenó de colores y alegría la principal avenida del centro de Talca, llegando a la Plaza de Armas, donde un jurado premió a tres de los ocho territorios, que destacaron por su diseño, concepto y creatividad.
Tras meses de preparación, y en el marco de la nueva Fiesta de la Primavera impulsada por la Municipalidad de Talca, los vecinos de los distintos sectores de la comuna se tomaron el centro de la ciudad. Con alegres comparsas y coloridos y luminosos carros alegóricos, dejaron de manifiesto que el rescate de esta tradicional festividad era un anhelo de toda una comunidad, lo que quedó demostrado con los más de 40 mil asistentes que llegaron a disfrutar de la magia y la fantasía del desfile.
Los mismos ocho territorios en los que la ciudad fue dividida para las diversas celebraciones de la Fiesta de la Primavera, tuvieron la misión de crear cada uno una temática especial para sus carros alegóricos y comparsas. Lo que hace unos meses era un tremendo desafío, hoy se hizo realidad, a través de los creativos y mágicos diseños que cada territorio trabajó, apoyados por empresas, universidades y la Municipalidad de Talca, a través de su Corporación de Cultura. Las temáticas estaban relacionadas en su mayoría con el medio ambiente, la naturaleza y por supuesto, la primavera.
Además de la presentación de los vecinos, se sumaron al desfile representantes de diversos establecimientos educacionales municipales, con impresionantes marionetas gigantes y otras representaciones que destacaron por su creatividad y colorido, acompañados de las comparsas compuestas por más de mil 200 estudiantes.
Tras un emocionante recorrido por la céntrica calle 1 Sur, los carros y comparsas llegaron hasta la Plaza de Armas, donde uno a uno los territorios fueron presentando sus trabajos frente a un jurado que luego premió a los tres primeros lugares, que destacaron por su diseño, concepto y creatividad.
En ese contexto, el tercer lugar fue para el territorio cinco, correspondiente al sector sur de Talca, color blanco, cuyo carro se inspiró en la alegría y el misticismo de la vida. El relato que representaba fue el de una bella ave de gran tamaño con un color blanco encantador que iluminaba y acaparaba la atención al momento de abrir sus alas para volar. Bajo ese concepto se trabajó la figura de un cisne blanco, un ave consagrada como un dios de la música, porque se creía que el cisne poco antes de morir cantaba melodiosamente llenando de paz y alegría kilómetros a su alrededor. Este territorio trabajó apoyado por el municipio talquino.
El segundo lugar lo obtuvo el territorio dos, color verde, de los vecinos del barrio norte, con un carro que representó la flora y fauna de la Región del Maule, a través de la creación de un gran loro tricahue, especie en extinción. La puesta en escena la completaban cuerpos pintados que también representaban especies en peligro de extinción, como el gato colo-colo, el puma, pudú y el zorro culpeo. Este carro, fue el resultado de una obra colectiva entre las vecinas del sector y los estudiantes de las carreras de Pedagogía en Artes Visuales, Básica y Educación Física, de la Universidad Autónoma de Chile sede Talca.
Y el primer lugar fue para el territorio siete, color morado, correspondiente a los vecinos del sector oriente de la ciudad. Este equipo elaboró un carro inspirado en la fantasía de primavera, el despertar de los circos y parques de diversiones que inundan los terrenos aledaños a los sectores poblados de la ciudad, esos que llevan a soñar, disfrutar y reír. Este carro fue construido por las manos artesanales de los vecinos, quienes tuvieron el apoyo del Casino de Talca.
Tras la premiación, todos los carros alegóricos se trasladaron hasta el Balneario del río Claro, donde quedarán en exposición durante el Gran Carnaval del Río, actividad de cierre de la Fiesta de la Primavera, que se llevará a cabo mañana domingo 8 de octubre, a partir de las 21:00 horas.
Los mensajes tras los demás carros y comparsas
El territorio uno, color azul, correspondiente al sector norte de Talca, representó la generación de la vida, a través de la construcción de una gran estructura articulada, inspirada en el físico y artista holandés, Theo Jansen, trabajo que fue realizado con el apoyo de la Universidad de Talca.
Por su parte, el territorio tres, color amarillo, del sector nororiente, trabajó con el apoyo de la Municipalidad de Talca, bajo el concepto de “La abeja, fuente de vida y del progreso de la humanidad”, en cuanto la Región del Maule se ha caracterizado por ser una gran productora apícola, un importante aporte que hace nuestra tierra a la conservación de la flora y fauna del país. Este carro alegórico presentaba una gran abeja, a través de la que se buscó trasmitir la tesis de Albert Einstein: Si las abejas desaparecieran del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de existencia.
El cuarto territorio, color fucsia, correspondiente al sector surponiente, presentó un carro alegórico inspirado en la polinización de las flores. Tal como su color característico, este territorio eligió las hermosas flores colgantes, en racimos, llamadas fucsias. El mensaje de este carro alegórico tomó el concepto de la polinización de las flores, como un proceso en que la abeja trasporta el polen de una flor a otra, logrando el milagro de la reproducción. Este trabajo fue posible gracias al apoyo de la Universidad Santo Tomás.
El sector suroriente, territorio seis y color naranjo, representó el concepto del amor de primavera. Su carro alegórico representó unos de los aspectos más típicos e importantes de la primavera, el amor que florece junto a las coloridas flores que dan vida a cada espacio verde que cientos de parejas han utilizado para empezar una relación y demostrar su amor. La escena mostraba un frondoso árbol lleno de color y luces, una típica plaza, pasto, flores, y animales propios de la temporada. El trabajo realizado por este territorio contó con el apoyo de la empresa PF.
Y el último territorio, número 8 y color rojo, compuesto por los vecinos del sector rural de Talca, trabajó un carro alegórico que representaba las tradiciones y el trabajo de nuestra tierra huasa; el caballo, fiel exponente del cultivo de la tierra y compañero de campesinos de apero y arado, junto a una vieja casona de campo que simbolizaba los recuerdos y juegos de infancia. La escena además mostraba un gran racimo de uva, la vid que nace de nuestras tierras. Este territorio trabajó apoyado por el municipio talquino.