Un triángulo amoroso ha desencadenado una serie de acusaciones por corrupción que involucran al jefe de la Unidad de Relaciones Institucionales de la Subsecretaría de Educación Superior, Juan Ramón Cabezas Rodríguez. El denunciante, Antonio Recabarren, quien se describió como «el mejor amigo» de Cabezas, aseguró que este lo instó a postular a millonarias licitaciones para la construcción de Centros de Formación Técnica (CFT) estatal y ayudado a su exesposa, Verónica Aravena, a obtener contratos públicos por más de 90 millones de pesos. «Me pusieron los cuernos durante mucho tiempo (…). Denuncié porque pensé: ‘No le voy a cuidar más la espalda a Juan'», expresó Recabarren, quien además descubrió que su “compadre” era la nueva pareja de su exesposa.
Documentos revelados por la investigación administrativa mencionan que Cabezas utilizó información privilegiada para asesorar a Aravena, quien obtuvo contratos con CFT en distintas regiones, incluyendo uno por 76 millones de pesos en Los Lagos. También se detalla que Cabezas habría permitido que Aravena realizara gratuitamente la remodelación de su departamento, contraviniendo normas administrativas. Cabezas, suspendido de su cargo desde agosto de 2024, niega las acusaciones y sostiene que las conversaciones con Recabarren eran informales y propias de su círculo de constructores. Además, afirmó ser víctima de acoso, señalando que Recabarren habría enviado mensajes inapropiados y paquetes con contenidos ofensivos.
Mientras tanto, la fiscalía lleva adelante una investigación penal por posibles delitos de negociación incompatible y cohecho, tras la denuncia presentada en julio del año pasado. Paralelamente, Aravena presentó una querella contra Recabarren por difusión de conversaciones privadas, alegando maltrato psicológico en su relación previa. La Subsecretaría de Educación Superior declaró que colabora con ambas investigaciones, aunque aún faltan los descargas de Cabezas en el sumario administrativo. «Los amigos no te hacen denuncias anónimas», concluyó el funcionario, quien se encuentra a la espera del cierre de las investigaciones.
