Camilo Guzmán es un productor de la zona de Traiguén. Transmite la energía propia de los agricultores de verdad, esos que se meten al potrero a trabajar la tierra, a sembrar con la ilusión de que la cosecha les devuelva el esfuerzo y los motive a emprender en la próxima temporada.
La mala noticia para él es que es triguero, y ya sabemos cómo está de desatada la crisis por los precios “impuestos por los molineros”. En este contexto asumió el liderazgo de un movimiento que “la próxima semana se materializará en la fundación de una asociación gremial”.
El pasado jueves, Guzmán junto a otros representantes del mundo del agro, fue recibido en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados y recibe el llamado de Atentos para comentar sus sensaciones y hacer un balance de la reunión.
¿Cuál es su evaluación de la reunión de ayer en la comisión de agricultura?
Estuvo el ministro de Agricultura (Esteban Valenzuela), propuso alguna ideas que no son suficientes, soluciones que no apuntan al foco de los problemas, pero al menos esta vez hubo voluntad de dialogar y eso se rescata, pero no se dieron fechas claras de cuándo se va a concretar lo relativo a nuestras solicitudes. Creo que más que una reunión de trabajo y planificación fue un conversatorio.
Los diputados tuvieron una muy buena disposición y se ve que están dispuestos a tomar las iniciativas necesarias para sacar esto adelante. Esperamos que a partir de ahora avancemos hacia las soluciones y salgamos de la crisis en que estamos.
¿Cuáles son las demandas de Agricultores Unidos?
Buscamos equilibrar el mercado, este mercado lleno de imperfecciones que está generando tremendos problemas a los agricultores. Ahora tenemos el tema del trigo, en dos semanas parte el tema del maíz y esos precios de venta van a estar muy bajos, eso ya está claro. Está el problema de la uva, no puede ser que a una señora de 80 años le estén pagando a setenta pesos el kilo de uva cuando tiene un costo de producción de 100 pesos. Eso es tremendo. Las imperfecciones del mercado están destrozando la agricultura y eso no lo podemos permitir.
Por eso nuestras demandas son que se enfrenten las distorsiones que permiten los abusos y que se pague a los agricultores, a todos los sectores porque todos tenemos el mismo problema, el precio de paridad de importación por sus productos. Debe atacarse el abuso de posición dominante de los poderes compradores. Además, el gobierno tiene que reconocer que estamos en crisis.
También es necesaria una moratoria de créditos que nos permita postergar el pago del capital e intereses, porque estamos en una emergencia que altera la normalidad de la producción primaria, con las consecuencias que eso puede traer para el país y para la gente. Estamos hablando de la alimentación de los chilenos.
¿Cuáles son las diferencias entre sus propuestas y las de la Sociedad Nacional de Agricultura?
Las propuestas de la SNA son soluciones ‘parche’, que van a terminar beneficiando a los agroindustriales… si nos pasan créditos blandos en la situación actual, esa plata se va a terminar beneficiando a los poderes compradores y nosotros no vamos a poder pagar los créditos. Esas no son soluciones.
Hay que atacar los problemas en su origen y el problema está en el mercado. Hay que atacar las distorsiones, los abusos de posición dominante, hay que establecer un equilibrio y la posibilidad de competir.
La SNA siempre está haciendo propuestas de papel, sentada con los molineros y con los agroindustriales, pero eso no ha servido. Todos estos años, al menos desde el 2000 en adelante la agricultura chilena ha ido en decadencia entonces yo pregunto dónde han estado los gremios en todo este tiempo. Hay que hacer la pega en la calle, en el papel (en referencia a informes técnicos). Hay que hacer la pega activamente para poder salvar a la agricultura chilena.
El ministro Valenzuela ha sido reacio a reconocer que existe una crisis estructural en la agricultura. ¿Cree que ha cambiado su visión?
Yo creo que el ministro no ha cambiado su visión. Lamentablemente la experiencia de la gente del Mataquito dice que el ministro deja las cosas ahí, dando vueltas y no las cumple.
Nosotros no estamos confiados en que el ministro vaya a cumplir en el corto plazo, sabemos que tenemos que seguir metiendo presión porque así funciona la política, lamentablemente. Han sido años de abusos. Nos somos tontos y nos damos cuenta de las cosas.
Yo creo que el ministro tuvo una actitud pasiva, de escuchar para dejarnos contentos con las señales que dio y las respuestas, pero en realidad no dijo nada. Nosotros no nos vamos a quedar con eso, vamos a seguir luchando y si de aquí a una fecha razonable no hay respuestas concretas, vamos a mantener las movilizaciones a lo largo de todo Chile. Y que quede claro: las fuerzas se están sumando. Al menos la gente del Maule está desesperada y se nos van a unir para las próximas movilizaciones. También están los productores de Los Ríos y Los Lagos, me ha hablado gente de O’Higgins, de diversas partes.
Hubo opiniones bastante unánimes y transversales entre los diputados en cuanto que los problemas en el agro llevan mucho tiempo, en que hay distorsiones en el mercado y en que es necesario legislar al respecto ¿Está de acuerdo?
Estoy de acuerdo. Además, yo creo que acá las soluciones son de corto plazo y de largo plazo. En el corto plazo hay que normalizar los créditos de la gente que está endeudada hasta el cuello. Ahí tenemos que atacar un problema que se puede solucionar con una llamada telefónica entre el ministro de agricultura y el presidente de BancoEstado. Pero para que esto pase, tiene que haber intención por parte del gobierno. Si esa intención no exista acá no va a cambiar nada
En cuanto a las soluciones de largo plazo, habrá que modificar decretos, legislar responsablemente, hay que generar una legislación que vaya en beneficio del sector agrícola.
Que quede claro: nosotros empezamos con el trigo, pero no nos quedamos ahí. Trabajamos para el agro en su conjunto, total. La agricultura es una sola hoy y la agricultura es ahora y si no solucionamos la crisis, vamos a seguir perdiendo productores en todos los sectores.
Espero que los diputados colaboren y empujen una legislación que permita terminar con las distorsiones de mercado y con los abusos de las transnacionales.
¿Qué piensa de la propuesta de otorgar créditos blandos a los agricultores?
Y seguir endeudándonos… No estoy de acuerdo, pero es una medida que puede ayudar a paliar los problemas, pero no es una solución. Hay gente que está en el borde de la quiebra y a lo mejor un crédito blando podría ayudar a solventar su estructura de costos hasta el próximo año, pero el problema es el precio, tenemos que atacar el precio y que se respete el precio de paridad de importación para que cuando los agricultores vayamos a vender nuestra producción la vendamos a un precio competitivo, que considere los costos y que no genere pérdidas.
Respetándose el precio de paridad los agricultores no vamos a tener problemas para pagar nuestras deudas porque vamos a poder mantener nuestros ingresos y mantener nuestros márgenes, pero en este momento estamos con la soga al cuello porque el negocio no nos da, estamos saliendo para atrás con 400, con 500 lucas por hectárea, eso es una tremenda cantidad de plata. Este es un problema muy grande que, si no se soluciona ahora, el día de mañana no va a haber agricultura y no va a haber comida.
Finalmente, Camilo Guzmán hace una reflexión: “el trigo es una siembra social porque es el sustento de la alimentación de la gente de nuestro país, de la gente más pobre” y luego se acuerda de los trabajadores de Huachipato señalando que “duele que se pierdan 22 mil empleos. Es otro rubro, distinto de nuestro, pero solidarizo con ellos como chileno y como trabajador”.