El ex superintendente de Salud y actual director de la Isapre Esencial, Manuel Inostroza, asegura que la solución al fallo de la Suprema pasa por definir un marco metodológico para calcular cuánto realmente deben pagar las Isapres. Inostroza afirma que un grupo de ex superintendentes se han reunido para elaborar una propuesta que esperan presentar en las próximas semanas a la Comisión de Salud del Senado, señalando que el Gobierno desoyó su iniciativa. “Si la interpretación que privilegia política y técnicamente el Gobierno es que se paguen los US$ 1.400 millones será la caída del sistema Isapre porque es inviable pagar ese monto”, dice.
-¿Cuál crees que va a ser la salida que se logre para hacer cumplir el fallo de la Corte Suprema desde su mirada de ex superintendente y actual director de la Isapre Esencial, que aparece en el listado de los que deben pagar?
-«Para comenzar me gustaría que aclarar por qué Esencial es la Isapre con menos deuda de las que aparecen en el listado. Esencial se creó hace un año y, por lo tanto, se creó con las tablas nuevas por lo que cumple con lo dispuesto desde abril de 2020, que sólo se pueden vender planes nuevos con la nueva tabla. No tiene planes antiguos. Lo que debe devolver está relacionado con los niños menores de dos años los que tienen suspendido el cobro de su plan de salud. Desde el fallo de la Corte Suprema, desde diciembre del año 2022, durante estos seis meses la Isapre Esencial está juntando esos recursos para devolverlos cuando esté implementado el fallo. No tiene que devolver a afiliados porque ninguno tiene un plan antiguo. Estoy en un proyecto hace un año que no está afecto al fallo con efecto retroactivo de la Corte Suprema».
– ¿Y cuál crees tú que será la solución a esta problemática?
-«La interpretación irrestricta del fallo para la Isapres que tienen este problema les significará la quiebra. Por lo tanto, la única posibilidad es que en un proyecto de ley, ya sea con acuerdo constitucional como el proyecto de los senadores de oposición Ximena Rincón, Matías Walker (Demócratas), Francisco Chahuán (RN) y Javier Macaya (UDI), que va por esa línea, o con un proyecto político transversal -que involucre a todas las fuerzas políticas- veamos una interpretación del fallo que signifique un principio con algunos ajustes metodológicos, jurídicos, técnicos y financieros que permitan que el monto a devolver sea mucho más bajo de manera que sea pagable por las Isapres y que puedan seguir funcionando».
-¿Qué otras alternativas ves?
-«Un ejemplo es lo que expusimos como ex superintendentes en una carta. Hoy Espacio Público -que nadie puede decir que es un centro de pensamiento de centro derecha- dice que se debe interpretar el fallo, considerando que así como se rebaja el precio del plan a las personas que se les rebaja la tabla de factor de riesgo por la nueva tabla que valida el fallo de la Corte Suprema, también se le permita subir con la aplicación de la misma tabla a las personas que le suben el precio, de manera que el neteo entre las alzas y las bajas permita aminorar el impacto financiero. ¿Y por qué dicen que es necesario la compensación? Porque es inherente, técnica y financieramente a cualquier seguro y particularmente al seguro de salud, las compensaciones de riesgo, los subsidios cruzados, porque si solo el seguro tiene subsidios cruzados y solo se le puede aplicar la rebaja, pero no el ajuste del alza, eso es inviables financieramente y van a quebrar. Eso es lo dice Espacio Público en su última propuesta».
-El fallo dice que a las personas no se le puede subir el plan.
-«Ahí existe un tema técnico. El fallo habla del precio final del contrato. Pongamos un ejemplo: Una persona que tiene un plan de una Isapre y tiene a 5 cargas. Tiene un hijo que le beneficia el cambio de la tabla, ese hijo no es el que firma el contrato sino que el titular del contrato, es el cotizante jefe de hogar. Entonces, como el fallo dice que es por contrato, lo que se tiene que considerar es a quiénes les sube la tabla y a quiénes le baja y en el neteo solo se produce un beneficio a quien se le rebaja y, como dice el fallo, no a los que se le sube. Lo que se debe hacer es netear primero a los seis miembros del grupo familiar que están en el contrato y si después del neteo baja, esto se hace y, si sube, se queda igual. Esta es una interpretación plenamente posible porque el fallo no se mete en esta diferencia».
–Según lo que señalas, y de la interpretación del fallo de la Suprema, ¿Crees que el cálculo de la deuda por parte de la superintendencia de Salud, de US$ 1.400 millones, está mal hecho?
-«Claro. Nosotros siempre como ex superintendentes dijimos que parte de la solución de este problema es que el proyecto de ley mandatara a que la superintendencia de Salud a construir un marco metodológico para discutir los criterios que le permitiesen al Congreso bajo qué criterios se va a definir un monto. Lamentablemente el Gobierno desoyó este planteamiento de los ex superintendentes y dijo ‘la metodología de cálculo y la interpretación la voy a hacer yo’ y la interpretación está en su máxima expresión de US$1.400 millones».
-Y pagar ese monto lleva a la quiebra de las Isapres.
-«Si esa es la interpretación que privilegia política y técnicamente el Gobierno, lo que decimos es que es la caída del sistema Isapre porque es inviable pagar ese monto. Si el Gobierno se hubiera abierto a discutir en el proyecto de ley, como lo propusimos los ex superintendentes, el marco metodológico y cuál es el mejor sustento técnico, financiero y jurídico para decir que esta interpretación es viable, tendríamos un número muy distinto».
¿Estaría dentro de lo que señala el fallo como principio?
-«La propia Corte Suprema dice mire ‘yo no tengo la facultad para definir este detalle’, lo que respalda muy bien en su documento de Espacio Público. ‘No tengo el detalle técnico para hacerlo’, dice la Corte y por eso faculta al superintendente para que busque la aplicación de este fallo de manera que sea viable. Pero lo está aplicando una manera que lo hace inviable. Ese tipo de cosas es lo que decimos que son interpretables de manera técnica para lograr dar una viabilidad al sistema junto con cumplir el fallo, porque algo tendrán de devolver. No es ni US$ 1.400 millones como plantea el Gobierno ni eran US$ 140 millones como pretendió plantear la propia Ministra de Salud».
-¿A qué lo atribuyes?
-«Lo que pasa es que este Gobierno se ha mantenido muy duro y tú ves que todo el Gobierno muy duro, muy cuadrado, muy monolítico, con que son US$ 1.400 millones, incluso mostrando la plata diciendo que son $ 1.500.000 por persona. Toma la estrategia como un sucedáneo de los cinco retiros anteriores de las AFP y de que eso generaría el apoyo popular, como para que la gente esté dispuesta a que aún quebrando las Isapres diga ‘bueno yo recuperé mi plata’. Están jugando, a mi juicio, con fuego porque eso va a ser un boomerang que se les va a devolver cuando después, pasado el espejismo inicial, esa plata no esté porque quebraron las Isapres, la gente se quede sin atención de salud, se colapse Fonasa y el sistema público y la plata no aparezca por ningún lado. Pero el Gobierno está enamorado de su planteamiento de corto plazo y en eso sigue hasta sin querer mostrar visos de querer negociar».