La exministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, a un mes de su salida del cargo tras el cambio de gabinete realizado por el presidente de la República, Gabriel Boric, aseguró que durante el año que estuvo como jefa de la Cancillería operó en su contra “un grupo de interés”.
La excanciller abordó las tensiones que existieron en el Ministerio, así como las que escalaron a nivel internacional, desde controversias con grupos dentro y fuera de Cancillería, hasta la filtración del audio criticando al embajador de Argentina, Rafael Antonio Bielsa.
En entrevista con El País, Urrejola aseguró que, “existe un grupo fuera de la Cancillería de personas vinculadas a los temas internacionales a quienes incomodó la renovación y modernización que nos propusimos llevar adelante”.
“Han manejado la política exterior y tienen una relación de hace muchos años entre ellos, independientemente del color político y sus diferencias”, aseveró.
“La resistencia que sufrí en Chile sobrepasó todos los límites. Entiendo el debate y las críticas políticas, pero eso se transformó en críticas personales, acoso, inventos a través de la prensa. La guinda de la torta fue lo que ocurrió en febrero durante los incendios forestales“, precisó.
“Fui portada de periódicos por ser la canciller que estaba de vacaciones, cuando el trabajo que me correspondía como ministra de Relaciones Exteriores era llamar a mis pares para coordinar la ayuda internacional, lo que se puede hacer desde cualquier lugar del mundo”, explicó.
Por ello, “todo este episodio me hizo comprender que operó en mi contra un grupo de interés empecinado en hacerme la vida imposible. Esa es la verdad“, acusó.
“Existieron muchos inventos y conflictos”
Respecto a esto último, aclaró que se debe a una mezcla de factores, “siempre en la Cancillería hay grupos que no están contentos con el canciller de turno. Es normal”, detalló.
En esa línea, se refirió a las filtraciones que protagonizó a través de la prensa, sosteniendo que “lamentablemente, existieron muchos inventos y trascendidos de conflictos y de crisis, que en realidad no existían y fueron divulgados por algunos medios cuya motivación era oponerse a los cambios que estábamos haciendo“.
La exsecretaria de Estado atribuyó la polémica e “imagen de caos en la Cancillería” a la falta de una política exterior, además de la necesaria y legítima crítica política.
Además, en cuanto al episodio de la filtración de audio con conversaciones “subidas de tono” por su parte sobre el embajador de Argentina, hizo hincapié en que “no estaba tomando ninguna decisión importante”, ya que “no se toman así”.
Al respecto de estas polémicas que sufrió mientras se desempeño como Ministra de Relaciones Exteriores, cuestionó tanto las críticas como acusaciones, apuntando a que “en el mundo de la política exterior, llámese cancillerías u organismos internacionales, sigue existiendo misoginia“.
“Yo no creo que con un hombre con un currículum como el mío todo esto hubiera ocurrido”, agregó.
“No me imaginé que saldría”
Por otra parte, consultada por su salida de la cartera de Gobierno, expuso que no esperaba que verse afectada por el reajuste ministerial efectuado por el Presidente Boric.
“La verdad, no lo esperaba. Yo recibí constantemente el respaldo del presidente y no imaginé que saldría, a pesar de que también estaba consciente de que estaba debilitada por el episodio del audio”, señaló.
Sin embargo, hizo una autocrítica al respecto, indicando que si bien “el acoso afectó el trabajo interno”, también “tuvimos una mala gestión comunicacional”.
“No supimos comunicar lo que estábamos haciendo y pasamos a ser una Cancillería reactiva a las bombas que aparecían, algunas inventadas y otras no”, dijo la exministra.
Cabe destacar que, en cuanto al Gobierno del presidente Gabriel Boric, indicó que existe una dicotomía en cómo es visto desde la comunidad extranjera, a diferencia del país.
“Era una dicotomía salir al extranjero y ver el reconocimiento de Chile y al propio presidente Boric –no solo en la región, sino en Europa–, y regresar al país y recibir tanta crítica gratuita e infundada”, explicó.
Sin embargo, abordó el primer “bochorno diplomático” del mandatario, donde culpó al Rey de España por el retraso de la ceremonia de su investidura.
“Fue parte del aprendizaje y no solo en Relaciones Exteriores, sino en general en su papel como presidente: cuidar más las palabras”, comentó.
Por otra parte, Urrejola mencionó que se encuentra repensando su futuro, ya que mantiene su gusto por lo internacional, derechos humanos (DDHH) y organismos multilaterales. “Me lo he tomado con calma, tratando de descansar”, enfatizó.
