Este lunes a eso de las 08:00 horas arribó a La Moneda el presidente Gabriel Boric, para retomar sus funciones luego de finalizar sus vacaciones.
Recordemos que aunque el mandatario había viajado a la Patagonia junto a su pareja, Irina Karamanos, tuvo que interrumpir sus días de descanso debido a los incendios forestales en la zona centro sur del país.
Pero una vez que los siniestros comenzaron a entrar en fase de control, Boric retomó sus vacaciones, aunque se mantuvo en Santiago.
Tras su retorno al Palacio Presidencial, el mandatario encabezará el comité político de ministros, que integran Interior, Hacienda, Segpres, Segegob, además del Ministerio de la Mujer y Trabajo.
Luego de esta cita, el jefe de Estado sostendrá reuniones privadas con sus asesores, en medio de fuertes presiones, tanto de oposición como del oficialismo, para realizar un cambio de gabinete.
Según ha trascendido, el ajuste podría realizarse antes de que se cumpla un año de Gobierno el próximo 11 de marzo.
Ha sido común en las últimas administraciones un cambio de gabinete al término del primer año de mandato.
Aunque, esta vez, la diferencia radica en que las presiones han surgido con mayor fuerzas desde la propia coalición gobernante.
Entre los ministros más cuestionados -de manera transversal- están la canciller, Antonia Urrejola, junto al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson.
De hecho, en Socialismo Democrático no han escondido sus intenciones de aumentar su presencia en el gabinete, no solo con ministros, sino también con subsecretarios, apuntando principalmente a la “experiencia”.
En Apruebo Dignidad, en tanto, han intentado bajar las presiones, reiterando su respaldo al presidente Boric, pidiendo dejar los “recados” por la prensa.
Así las cosas, lo cierto es que el desempeño de algunos ministros durante la emergencia por los incendios forestales en las últimas semanas podría ser clave en su permanencia en el gabinete, donde algunos de los más cuestionados subieron sus “créditos”.
Aunque, también se sabe que una vez superada la emergencia y cuando ya empiecen a asumirse los desafíos legislativos, las críticas a los secretarios de estado cuestionados también pueden volver a reflotarse.
