Durante esta semana se viralizó en redes sociales, específicamente en Twitter, una orden de compra de Presidencia de la República por mantelería con un costo de más de 30 millones de pesos.
Escuetamente la especificación del comprador señalaba: “Adquisición de Mantelería para la Presidencia de la República” (vea orden de compra).
En concreto, según la resolución exenta que aprobó el trato directo, hablamos en detalle de 40 juegos de mantelería, 6 fundas de silla, 16 manteles a la medida y 11 conjuntos de manteles de producción para el “Repostero Presidencia, Casino General, Producción Presidencial y Residencia Presidencial Palacio Cerro Castillo”, según se desglosa.
Para cumplir con la necesidad se utilizó la modalidad de compra vía trato directo, la cual fue adjudicada a Margarita María Mualin e Hijos Limitada, pues en primera instancia los servicios fueron licitados, pero no se presentaron ofertas “admisibles para dicha propuesta”. Por ende, el concurso fue declarado desierto.
En ese fallido primer proceso fue la misma empresa, Margarita María Mualin e Hijos Limitada, quien quedó marginada del mismo por no cumplir con un aspecto “esencial” de las bases de licitación: la entrega de muestras. No obstante, la misma fue quien se adjudicó la oferta a través de trato directo.
“Resulta del todo necesario acudir a la contratación por vía trato directo, en atención a que, habiéndose efectuado un proceso licitatorio para la provisión de los bienes de que se trata la presente resolución, y declarándose este desierto en su oportunidad, es estrictamente indispensable para la Presidencia de la República contar con los mismos, a fin de dar continuidad a la función que sirve la unidad requirente, esto es, el Departamento de Repostero Presidencial y Casino General”, señala el documento.
Lo anterior, prosigue, en “atención a que dicha repartición tiene a cargo la atención de las necesidades que se susciten a propósito de la realización de actividades protocolares de Estado en el Palacio de La Moneda, en que tenga participación S.E. el Presidente de la República, así como otras altas autoridades de la República; funciones que son, a su vez, esenciales para la continuidad del Servicio”
Desde Presidencia, al ser consultados por Radio Bío Bío, señalaron que “la compra de juegos de mantelería se realizó por la necesidad de los Departamentos de Repostería y Producción para cumplir sus funciones, debido a que no se renovaban hace más de una década y estaban en malas condiciones”.
A renglón seguido, detallaron que “se necesitan 40 juegos de mantelería, pero se contaba con siete. Estos bienes se utilizan en distintas actividades de carácter protocolar, cenas con mandatarios extranjeros, entre otras”.
Asimismo, refrendaron que se llamó, antes del trato directo, a licitación pública y esta fue declarada desierta al no existir ofertas admisibles. “Este tipo de compra, además, permite abaratar costos en la producción de actividades al evitar la externalización y arriendo de servicios”, cerraron.