Entre el 10 y el 20% de la producción frutícola de la zona podría perderse, dado los efectos de la crisis climática e hídrica que afecta a gran parte del país, advirtió el investigador y agroclimatólogo de la Universidad de Talca (UTalca), Patricio González.
Esto, luego de las afirmaciones de los ministros de Obras Públicas y de Agricultura, Alfredo Moreno y Antonio Walker, respectivamente, quienes no descartaron el racionamiento de agua potable en algunas áreas de país.
González, quien forma parte del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología de la institución, sostuvo que tal como se anticipó en el mes de agosto, en el contexto de un estudio elaborado por UTalca, existe el peligro del racionamiento debido a la imposibilidad de revertir la megasequía que lleva 13 años. Y añadió que el mayor riesgo afecta a las regiones Metropolitana y de Valparaíso, debido a su dependencia de los ríos y los embalses, lo que genera “una vulnerabilidad altísima”.
“En el caso del Maule nos nutrimos -en casi un 98%- de agua subterránea, por lo que estamos bien abastecidos. En lo inmediato no debiéramos tener problemas”, dijo. Resaltó que la situación es diferente en la agricultura, especialmente en los cultivos de arroz, maíz y trigo, que requieren grandes cantidades de agua. “También tendrá problemas la fruticultura, incluso puede haber una pérdida del 10 al 20%”, sostuvo.
El académico agregó que si proyectamos este fenómeno a las regiones de O’Higgins, Valparaíso o Metropolitana, la situación pudiera ser “dramática”. Igual panorama ofrece el denominado Secano Costero, zona que a juicio del experto, no solo se ha visto afectada por la sequía, sino por grandes incendios forestales.
“El hecho que se haya declarado zona de emergencia agrícola entre Coquimbo y el Maule, y además zona de escasez hídrica, indica que hay un impacto en la agricultura, que se nutre fundamentalmente de ríos y embalses, que en la Zona Central están con un déficit entre el 50 y el 100%. Obviamente no alcanzará el agua para cubrir el largo verano que termina en marzo”, enfatizó.
Patricio González fue crítico con la autoridad debido a la tardanza en la aplicación de medidas ante la proximidad de la emergencia. Resaltó que el efecto de las altas temperaturas de noviembre –uno de los más cálidos en los últimos años- ha sido determinante en la alta evaporación por hectárea.
“Estamos ante una crisis hídrica y térmica asociada al cambio climático, por la cual Chile está tomando las medidas pertinentes en el momento que se produce y no anticipadamente, como debió haber sido. Es un problema de cambio climático estructural”, puntualizó.