Un grupo de al menos 12 encapuchados perpetró un violento ataque durante la madrugada del domingo en la central hidroeléctrica Rucalhue, en Santa Bárbara, región del Bío Bío. Los sujetos, armados, manitaron a dos guardias de seguridad y posteriormente incendiaron más de 50 vehículos, entre ellos 45 camiones y maquinaria, dejando pérdidas estimadas en $4.000 millones.
El atentado fue calificado como terrorista por la empresa Rucalhue Energía SpA, responsable del proyecto, y recibió el repudio unánime de gremios productivos, empresariales y del propio Gobierno. Desde Irade, organización que agrupa a empresas de la región, se enfatizó la importancia estratégica del proyecto y se exigió una pronta respuesta estatal. En tanto, la Confederación Nacional de Dueños de Camiones advirtió que los niveles de violencia en el sur han llegado a un punto de no retorno.
El Gobierno, por su parte, anunció la presentación de una querella invocando la Ley Antiterrorista. El delegado presidencial del Bío Bío, Eduardo Pacheco, afirmó que el Ejecutivo actuará con firmeza ante este tipo de hechos. Mientras tanto, la PDI continúa con las diligencias para identificar a los responsables del ataque, que dejaron al descubierto la vulnerabilidad de obras clave para el desarrollo energético del país.
